Un relato de lo vivido en #Iconoclastas2019

Una jornada entre toda la red ICON para reflexionar y conectarnos

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6 min readSep 30, 2019

La jornada arrancó en una mañana calurosa en la ex estación de tren de la Ciudad de Areguá. Este fue el punto de encuentro de una jornada que duraría hasta el atardecer con los +120 colaboradores de todas las empresas de la red ICON. Iconoclastas, una actividad que se realiza por tercera vez, nace con el propósito de juntarnos para conversar sobre temas relevantes que nos mueven como conjunto.

Este espacio nos permite conectarnos con las personas y generar ideas que mejoran la forma en cómo operamos en nuestras organizaciones. Este mismo propósito nos volvió a reunir el viernes 30 de Agosto en la capital del departamento Central, tierra de la frutilla y la artesanía en barro.

Mañana

Como primera tarea de la jornada, todos debían agarrar una bandera y un collar de barro hecho por artesanos de la ciudad como símbolos del encuentro. Después de unos minutos de conversación y preparación para lo que se venía, caminamos unos metros hasta un gran espacio verde rodeado de árboles, frente a la Bioescuela Popular del Cántaro, donde ya nos estaba esperando unos de sus impulsores: Gustavo Giménez.

Formamos un gran círculo para poder vernos entre todos y dar inicio oficial a esta gran jornada. Juanma Cabarcos, Rodrigo Weiberlen y Camilo Guanes compartieron algunas palabras de apertura de #Iconoclastas2019.

Camilo Guanes, Juanma Cabarcos y Rodrigo Weiberlen dando las palabras de inicio de #Iconoclastas2019.

Cuando Gus Giménez ya tuvo la palabra, se encargó de crear un momento lleno de movimiento. Era el momento de empezar a despertar al cuerpo, de reactivar nuestras energías y de conectarnos con el espacio. Con aplausos, chasquidos, zapateos y un par de movimentos de cadera bajo la sombra de los árboles, rompimos el hielo de la mañana en medio de risas y música.

Después de casi 40 minutos de varias dinámicas, Gus se despidió agradecido del espacio y dio la palabra a Andrés Silva, director de Technoma y Okara, ambas empresas miembros de la red. Andrés fue breve con sus palabras. Explicó de manera sencilla la próxima actividad: un espacio de diálogos generativos, con apertura a proponer temas por cualquier persona presente en el círculo. Luego, cada persona podía sumarse al grupo que más le interesaba para conversar y reflexionar al respecto.

Con un paso al frente, varios iban planteando en voz alta los tópicos de conversación. Después de unos segundos de silencio, sin que ningún tema más surgiera en el círculo, el resto de las personas se sumó a alguno de los grupos para conversar durante una hora sobre el tema que los convocó, y luego compartir con los demás grupos las reflexiones más significativas.

Mediodía

Para darnos un descanso después de las actividades de la mañana, al mediodía nos trasladamos hasta las orillas de la playa de Areguá para disfrutar del almuerzo preparado por emprendedores locales. Las personas iban buscando una sombra donde refugiarse del sol y descansar en ese gran espacio verde.

Después de que todos almorzamos y descansamos, volvimos hacia la estación de tren para organizarnos con las próximas actividades. Para lo siguiente, tuvimos la oportunidad de conocer Areguá aún más, desde la pespectiva que más le gustase a cada uno de los participantes.

Nos dividimos en cuatro grupos, en el que las personas podían elegir entre las siguientes tópicos: Cultura y museos de Areguá, talleres locales de cerámica, Areguá y su naturaleza. Durante las próximas dos horas, cada grupo se metió de lleno en sus recorridos. Los primeros descubrieron la ciudad desde sus piezas de arte y exposiciones, los segundos conocieron a los artesanos que dan vida al barro y los últimos recorrieron los berrales y cerros de Areguá.

Tarde

A las 16:00 todos los grupos empezaron a retornar y el próximo punto de encuentro fue el Castillo Carlota Palmerola, donde nos esperaban para un par de actividades más y el cierre del encuentro. Una vez que el grupo estaba completo, empezamos con la siguiente dinámica que requería poner en práctica nuestras habilidades musicales.

Con la facilitación de Sonoman, los participantes nos agrupamos por los colores de nuestras banderas y cada uno agarró uno de los instrumentos musicales que estaban a un lado del castillo. Por turnos, los grupos pasaron al frente para crear sus propios ritmos musicales con un director de orquesta voluntario que dirigía al resto.

Luego del momento musical, todos los participantes formamos un gran círculo, para dar inicio al cierre de la actividad. Rodrigo, Camilo y Juanma compartieron una reflexión sobre toda la jornada, compartiendo el propósito del encuentro, recordando los inicios de ICON y dónde estamos hoy. Después de eso, cedieron la palabra al resto de los participantes, quienes debían expresar en una palabra, lo que se llevaban de esta edición de Iconoclastas.

Con el suspiro de las últimas palabras, unos aplausos de por medio, pasamos a encender la fogata para dar el cierre oficial a este gran encuentro que nos permitió reunirnos como red y reflexionar sobre los últimos años de trabajo para dar inicio a un nuevo ciclo que nos permitirá crecer aún más.

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Artículo redactado por Gonzalo Recalde.

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